El fenómeno de los malos tratos hacia las personas mayores no es algo nuevo. Según la OMS es "la acción única o repetida, o la falta de respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de cualquier relación donde existe una expectativa de confianza. Puede ser: físico, psicológico o emocional, sexual, económico o material o negligencia". Puede tener lugar en diferentes ámbitos, siendo el más común, el familiar, pero también en el ámbito institucional y en la sociedad en general. Es preciso destacar que cualquier persona puede ser susceptible de ser víctima o responsable de los malos tratos, por lo que debemos ser muy prudentes a la hora de analizar las situaciones de vulnerabilidad de los mayores y no centrarnos solo en la familia o en el cuidador principal.
Las causas que llevan a que se produzcan los malos tratos, se centran en enfatizar los diferentes factores de riesgo que influyen en la probabilidad de ocurrencia de los malos tratos:
- factores individuales relacionados con la victima como la dependencia económica, estrés y burnout
- factores interpersonales: relación entre victima y responsable como mala relación, conflictos, convivencia...
- contexto social: aislamiento, edadismo
- contexto socioestructural: servicios no adecuados, pobreza...
Los factores de riesgo nos permiten estar alerta ante la probabilidad de ocurrencia de los malos tratos, su mera presencia no nos puede llevar a confirmar un caso. Además sirven para poner en marcha estrategias de prevención que ayuden a evitar la ocurrencia de la situación.
Una vez conocidos dichos factores es preciso realizar una evaluación pormenorizada y profunda, así como analizar la situación en la que se sospecha que se pueden estar produciendo malos tratos de la posible víctima, responsable y contexto.
La posterior interveción ante una situación de malos tratos, una vez confirmado el caso, ofrece la posibilidad de eliminar o disminuir las graves consecuencias que conlleva a todos los niveles. Antes de esto hay que seguir 3 pasos previos: primero, conocer a la víctima y respetar su decisión, es decir, no forzarla a aceptarla sino ayudarle a comprender la importancia de la situación. Segundo, utilizar técnicas para tomar conciencia y aceptar la situación y persuadir al responsable para que también participe en el proceso de intervención. Y en tercer lugar, valorar continuamente en el tiempo el riesgo y sufrimiento de la víctima.
GUÍA DEL PSICOLOGO
Abril 2014
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e los malos tratos hacia las personas mayores no es algo nuevo. Según la OMS es "la acción única o repetida, o la falta de respuesta apropiada, que causa daño o angustia