mié

15

jun

2016

El ciclo de la violencia

La violencia es cíclica y creciente, se agudiza. Las fases principales de la violencia explican por qué resulta tan difícil para algunas víctimas defenderse cuando la sufren y alejarse de ella.

Según la doctora Leonore Walker 1989, las fases son:

1. FASE DE LA ACUMULACIÓN DE LA TENSIÓN O TENSIÓN CRECIENTE: resultado de distintas frustraciones del agresor, el cual se comporta de forma tiránica con su pareja, esperando que satisfaga todos los deseos y caprichos, y esta comienza a frustrarse y culpabilizarse por lo que sucede. Se caracteriza por los insultos, menosprecios, sarcarmos e indiferencia....El agresor achaca esa situación a la victima. 

2. FASE DE EXPLOSIÓN O AGRESIÓN FISICA:  hay una pérdida total del control y además de las agresiones verbales y psicológicas, aparecen las físicas y sexuales. La víctima no reacciona porque la tiranía la paraliza.

3. FASE DE REMISIÓN, DE CALMA, DE LUNA DE MIEL O INTERLUDIO AMOROSO: el agresor refuerza a la victima para mantenerla a su lado. Se muestra arrepentido, pide perdón, llora y promete. Compensa a la victima para que no la denuncie o abandone, reforzando así la dependencia emocional hacia él. 

4. INICIO DE UN NUEVO CICLO: La falsa ilusión de luna de miel, va seguida de un nuevo ciclo de tensiones. Surge la irritabilidad, el agresor crea miedo y obediencia. 

 

La frecuencia con que se repite el ciclo y la peligrosidad que va alcanzando aumenta a medida que se avanza en la escalada de la violencia. 

 

FOCAD abril-junio 2016

AYC PSICOLOGOS Y LOGOPEDAS S.L.P

mié

20

abr

2016

Maltrato y sumisión, ¿por qué la persona maltratada se vuelve sumisa?

Cuando una persona sufre malos tratos, la violencia genera en ella un estrés que afecta a la activación cerebral y a la integración de la información. Ante la percepción del riesgo, el sistema nerviosos autónomo organiza las respuestas, generándose hiper o hipoactivación lo que inhibe un buen procesamiento de la información a nivel cerebral, y hace que el yo actúe de forma desorganizada, realizando conductas que no son entendidas por la persona ni por los demás. La sola presencia del maltratador les intimida, paraliza, les llena de miedo y ansiedad. Su activación fisiológica, ritmo cardiaco, respiración y sistemas defensivos innatos se activan de forma automáticas sin que la persona pueda controlarlo. Las mujeres maltratadas pueden sentirse desregulada a nivel fisiológico, emocional y/o cognitivo y presentar conductas incomprensibles para los demás. Pueden pensar en separarse o denunciar a sus compañeros pero luego no pueden llevarlo a cabo, pasando de estados llenas de rabia y agresividad a estados de hipoactivación en las que se sienten agotadas, sin deseos ni motivaciones.

En los vínculos traumáticos el dominador va imponiendo un clima de terror que paulatinamente va dejando a la víctima indefensa, en un principio ésta puede utilizar las defensas activas de ataque- huida, pero cuando el maltratador percibe que pierde el control, despliega conductas más y más dañinas y coercitivas. El clima de terror instaurado afecta a la mente de las defensas y a los estados emocionales de la víctima que comienza a organizarse como víctima. Es un proceso de "identificación con el agresor" para protegerse del daño, la víctima trata de anticiparse a los deseos e intenciones del maltratador, poco a poco y sin darse cuenta la mente del maltratador va ocupando su mente, empieza a desplegar estados emocionales negativos: miedo, vergüenza, culpa, inseguridad. Ella se mira a través de los ojos del maltratador y se siente agotada, confundida y responsable del maltrato que soporta.

El estrés que genera un maltrato, provoca la liberación excesiva de cortisol generando la desactivación de la función integradora del hipocampo. La respuesta de lucha-huida-paralización inunda el cuerpo y bloquea la formación de recuerdos explícitos. La experiencia traumática se conserva en su mente de forma implícita, se destruye el espacio, el tiempo y la organización psíquica previa, la mujer queda atrapada. Se siente que no controla ya su mente, una parte de sí ha sido disociada debido al trauma sufrido y puede reaparecer en su mente en forma de pesadillas, flash back, sensaciones corporales, estados emocionales....Por eso dicen ellas mismas que ni se conocen, ya no son lo que eran, se sienten extrañas de sí mismas.....etc. La subjetividad de la persona queda totalmente arrasada.

 

VERÓNICA DÍAZ SINOBAS

PSICOLOGA DE AyC

Focad abril-junio 2016

 

 

 

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mié

30

mar

2016

LA EDUCACIÓN INTELIGENTE

La educación inteligente en familia significa:

  1. Establecer unas normas bien pensadas y que todos han de asumir.
  2. Practicar la escucha activa, el diálogo, exigir cumplir lo acordado siendo firmes y dando oportunidades.
  3. Los  progenitores, ambos por igual, deben procurar practicar lo que exigen siendo los modelos a seguir (predicando con el ejemplo).
  4. Ser tolerante, comprensivo, perdonar y adaptarse a cada hijo, con su personalidad y circunstancias. La educación debe ser personalizada.
  5. No escatimar en las expresiones de admiración y estima por los éxitos, pequeños o grandes, de los hijos.  Valorar lo positivo más que criticar lo negativo.
  6. Dejarles tomar decisiones, para que aprendan a elegir, a decidirse y a actuar, a equivocarse y corregir los errores y responsabilizarse de sus actos.
  7. Buen entendimiento entre padres y profesores, para aunar criterios y trabajar conjuntamente.
  8. Intentar que sean autónomos, que se valgan por sí mismos y que cumplan sus obligaciones adaptadas a su desarrollo evolutivo y a sus posibilidades.

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mar

15

mar

2016

Autoestima y rendimiento escolar

Por lo general, los niños con buen rendimiento escolar tienen una buena autoestima. Tienden a confiar en sus capacidades, dado que esto es causa-efecto (trabajo-apruebo), y a sentirse autoeficaces y valiosos.

La autoestima académica (cómo se percibe el niño en la situación escolar) es muy importante dentro de la autoestima global. Aquellos que tienen un buen desempeño en la escuela, por lo general no presentan problemas de autoestima, y se sientes satisfechos con ellos mismos, también en otros ámbitos. Los que tienen un bajo rendimiento escolar, en cambio, tienden a presentar una baja motivación por aprender, se esfuerzan poco, se quedan con una sensación de frustración por sus experiencias de fracaso, se sienten poco eficaces y evitan los desafíos escolares.  Normalmente estos alumnos, presentan una autoestima baja. cuando logran algún  éxito tienden a atribuirlo a causas externas (suerte, facilidad de la prueba...) y los fracasos a causas intrínsecas ( no puedo, no soy capaz,....) con lo que estas atribuciones tienden a empeorar su autoconcepto con un alto costo emocional, siendo el freno al desarrollo de la autoestima.

Los niños con trastornos específicos del aprendizaje (problemas en la lectoescritura, del lenguaje, concentración....) tienden a presentar rendimientos bajo o muy inestables, y muchas veces, experimentan fracasos escolares. Su autoestima se aprecia disminuída debido a esas experiencias de fracaso repetidas.

El fracaso escolar supone que los problemas de rendimiento escolar y consiguiente baja autoestima y ansiedad generada en el niño no sólo le afectan a él, sino que también repercuten en su núcleo familiar. Éstos a su vez reaccionan de manera tal que en ocasiones agravan el problema, con castigos, retiro de afecto o desvalorización. Si la familia es crítica o etiquetadora el  niño perderá interés, bajará su autoestima y estará en constante actitud negativa por la baja opinión que se tiene de él. Si la familia apoya al niño mostrándole confianza en sus capacidades (sean las que sean, es importante aceptarlo) y dándole apoyo necesario, a pesar de mostrar dificultades, el niño logrará mantener una autoestima adecuada.

Por lo tanto, el colegio y la familiar pueden ser instituciones que respondan apropiadamente a las necesidades del niño, logrando evitar que se produzcan efectos emocionales secundarios a las dificultades de rendimiento escolar.

 

 

VERÓNICA DÍAZ

Psicóloga educativa de AyC

 

 

 

 

 

 

 

 

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jue

25

feb

2016

TALLER DE TEATRO Asociación Atlas

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jue

25

feb

2016

¿Qué es la Psicología del deporte?

La Psicología actúa en diversas áreas, dentro de las cuales se encuentra el ámbito deportivo y la actividad física.
La Psicología del Deporte o también denominada de la Actividad Física, es una amplia corriente de pensamiento en la que confluyen diversas doctrinas (psicología, medicina, pedagogía, sociología, coaching....) y, por ello, se trata de un asunto de competencia multidisciplinar abierto a cualquier contribución bien fundada. Su objeto de estudio es el comportamiento del deportista. Se trata de un estudio de la persona cuando realiza una actividad lúdico-competitiva, ya sea por ocio y disfrute o salud, o a nivel profesional. Pero no se limita a analizar simplemente las relaciones entre los deportistas, sino que se amplia para abarcar las de los entrenadores y personas que rodean al deportista en este ámbito. Por lo tanto, se puede entender como una parte de la Psicología que estudia procesos y fenómenos que influyen directa o indirectamente en la actividad deportiva.

Los campos de actuación pueden ser: desde el deportista, entrenador, equipo, directivo hasta el aficionado, médicos, prensa y federaciones. Pero centrándonos en el ámbito que nos interesa, el deportista, la Psicología actúa desde diferentes áreas: primero, ofreciéndonos información sobre su comportamiento, su forma de interactuar con los compañeros, entrenador...., su nivel de activación fisiológica, su control de impulsos, del nivel de ansiedad así como sus intereses, metas, objetivos...etc. En segundo lugar, la Psicología puede ayudarnos a mejorar el rendimiento, el control de la ansiedad competitiva, la rehabilitación de una lesión, y diversos aspectos técnicos- tácticos.

Por lo tanto, para todos aquellos desconocedores de la materia en cuestión, está en nuestras manos interesarnos por cómo mejorar nuestro rendimiento, o por lo menos cómo sacar nuestro mejor partidos para llegar a conseguir las metas deportivas que nos propongamos. Pero ¿cómo?, teniendo en cuenta que no sólo están influyendo factores físicos, sino también factores psicológicos que van a determinar en gran manera el ejercicio o la práctica deportiva.

 

Verónica Díaz

Psicóloga de AyC

Experta en intervención con deportistas

 

 

 

 

 

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mar

21

jul

2015

Medicación en los TDAH: MITOS

Muchos padres son muy reacios a medicar a los niños cuando se les diagnostica de TDAH, sobre todo, por informaciones que les han llegado a sus oídos. Aquí os dejamos los comentarios del  Dr. Cesar Soutullo. Director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente, Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica, Clínica Universitaria, Universidad de Navarra, nos explica 4 mitos que existen con respecto a la medicación para los trastornos por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH)


http://www.fundacioncadah.org/web/articulo/mitos-del-tratamiento-farmacologico-en-el-tdah-.html

 

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jue

16

jul

2015

GOMINS Primer videojuego de inteligencia emocional para niños

Psicólogos colegiados de Madrid han creado el primer videojuego que ayuda a desarrollar la inteligencia emocional de los niños.

GOMINS es un videojuego para padres e hijos que permite potenciar y evaluar la inteligencia emocional y las habilidades sociales de los más pequeños, como el autocontrol, la impulsividad o el reconocimiento. Ideado para edades de 4 a 11 años, ya está disponible en App Store y en Google Play.

Aptitudes como la amistad, la gestión de los sentimientos, la motivación, el autoconocimiento, y en general, la capacidad empática hacia los demás, se adquieren paulatinamente a través de las experiencias vitales, pero también se pueden fomentar de la mano de profesionales. Este es el objetivo de este videojuego.

Podéis conocer más sobre Gomins en http://bi.ly/1wkhivl y en www.gomins.es

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mar

02

jun

2015

¿Tiene mi hijo problemas de conducta?

La conducta se aprende desde los primeros momentos de la vida del niño , conocer las leyes que rigen este aprendizaje nos permitirá educar mejor al niño y evitar problemas que puedan influir negativamente en su desarrollo personal. Los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de sus hijos, y dado que estos  comportamientos son aprendidos, también se pueden modificar.

Es importante que se tenga en cuenta qué conductas estamos reforzando y cuáles no, y si las conductas que reforzamos son las adecuadas. Cualquier reacción por parte de los padres durante o inmediatamente después de cualquier conducta de su hijo, la refuerza: ya sea prestándole atención para alabarle o para regañarle o reprenderle.

Cuando un niño realiza una conducta inadecuada, si no le prestamos ningún tipo de atención estaremos contribuyendo a que abandone esa conducta. Por el contario, si queremos que realice más frecuentemente una conducta determinada deberemos reforzar su acción por medio de nuestra atención, alabanzas, caricias, besos….Concluyendo,  una conducta se mantendrá o desaparecerá en función de las consecuencias que obtenga tras su realización. Si sólo prestamos atención cuando lloran, gritan, mojan la cama o dan la lata, estaremos consiguiendo que esas conductas reaparezcan. Si cuando el niño está tranquilo y mantiene una conducta adecuada para su edad, que se supone que es lo que debería hacer, no reforzamos, el niño dejará de hacerlas.

Es frecuente escuchar a los padres quejarse de lo inquietos y traviesos que son los más pequeños, y no deja de ser una conducta típica de los niños de esa edad, que intentan explorar su entorno. 

En resumen, es importante que se tenga en cuenta que el niño tiene un nivel de desarrollo y realizará unas conductas que vienen determinadas por su evolución, y son por tanto, normales por la edad que tiene, y por lo que  va aprendiendo.  Sin embargo, tendremos que saber identificar cuándo existe un problema de conducta, cuando realice o no realice comportamientos que sean adecuados para su nivel (por ejemplo, con 7 años no sabe vestirse solo) o que los repite de  forma insistente y forman parte de su repertorio habitual (para salirse con la suya llora siempre o forma pataletas continuamente).

VERÓNICA DÍAZ

psicóloga  de AyC

vie

06

mar

2015

6 de Marzo: Día Europeo de la Logopedia


6 de Marzo. Dia de la logopedia (WEB


Hoy 6 de Marzo, desde hace varios años, se celebra el Día Europeo de la Logopedia.
Este año el lema es "De repente, sin palabras", que hace alusión a los problemas del lenguaje secundarios a ictus y otras enfermedades neurológicas. Ante estas, que cada vez son más frecuentes, los logopedas rehabilitamos los problemas que ocasionan en el lenguaje, habla, voz, lectoescritura y deglución.
En días como hoy es esencial reflexionar sobre la importancia de la terapia logopédica, en los diferentes trastornos del lenguaje, contando con profesionales colegiados y, así, luchando una vez más contra el intrusismo tan grande que hay en la profesión.
Por tanto como usuario, exige que el profesional que te atiende sea Colegiado para asegurar una rehabilitación logopédica de calidad y segura.
Desde AyC damos las gracias a todos los que confiáis en nosotros en vuestra terapia logopédica.


Carmen Urbano, Col: 28/0214
Logopeda de AyC
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jue

02

oct

2014

Cómo detectar conductas violentas, antisociales en los niños

La conducta antisocial es un conjunto de conductas que suelen darse de forma asociada y suponen la infracción de reglas y expectativas sociales importantes, refiriéndose a relaciones con terceros o con propiedades de esos terceros. Va desde un temperamento difícil, rabietas severas a la gravedad extrema de conductas delictivas como robos, incendios y agresiones de carácter intencional. Muchos comportamientos en sí son típicos del desarrollo normativo, serían problemáticos en caso de volverse persistentes (por ejemplo, las conductas de robo o agresión pueden ser adaptativas en un contexto social depauperado por ser una forma viable de supervivencia, pero son intolerables fuera de ese contexto). 

Supone un problema clínico importante por el desajuste social  que implica y el deterioro significativo en el ajuste del individuo. 

El principal rasgo del trastorno disocial TD , según el DSM-IV, es "un patrón de conducta persistente en el que se transgreden los derechos básicos de los demás y las principales normas sociales propias de la edad". Refleja un importante deterioro del funcionamiento no solo social, sino también académico y ocupacional.  Su comportamiento va desde acoso a terceros, involucración en peleas, uso de armas para causar daño, crueldad con animales o personas, robo, conductas pirómanas, huidas del hogar, mentiras intencionales..... Cuanto más temprano sea el inicio del problema, el pronóstico es peor. 

Por su parte el Trastorno Negativista Desafiante, también es un continuo de formas recurrentes de conductas negativistas que van desde la pasividad extrema a otras formas más activas de desobediencia como verbalizaciones negativas, insultos, resistencia agresiva hacia las figruas de autoriadad, intolerantes a las órdenes, tercos, evitan los compromisos, culpabilizan a otros de sus acciones....

Se debe dar un patrón persistente de una duración de al menos 6 meses de este tipo de conductas negativistas, hostiles y desafiantes que incluyen, al menos, cuatro de los siguientes síntomas: cólera o paraletas, discusiones con adultos o figuras de autoridad, desafío activos a adultos o negativa a cumplir órdenes o demandas, molestar deliberadamente a terceros, acursar a otros de sus propios errores o conductas, susceptibilidad, resentimiento, ser rencoroso o vengativo. 

Además, la presencia de estos síntomas debe alterar de manera clínicamente significativa la vida relacional, laboral o académica de la persona. El límite de este sería la agresión física deliberada. Siendo un TND a edad temprana, podria predecir un TD en la adolescencia. 

 

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jue

11

sep

2014

CÓMO AFRONTAR EL PRIMER DIA DE COLE

Si nuestro peque ya tiene 3 añitos o pronto los hará, ya tiene la edad adecuada para empezar el colegio. Es importante tener en cuenta, a pesar de las características individuales de cada niño, que ya están muy dotados en ciertos aspectos comportamentales y educacionales y por tanto, poseen cierta madurez para separarse de los padres durante unas horas. Mucho más si tu hijo ya ha ido primeramente a guardería. Como todas las situaciones nuevas y desconocidas, llevará un  periodo de adaptación, mayor o menor dependiendo de cada niño. Es recomendable que visiteis el colegio unos dias antes con el niño para que vaya conociendo el lugar.

Os dejo unos consejos que pueden ayudaros algo en estos dias estresante, tanto para ellos como para vosotros:

 

 1. Principalmente, NUNCA dramaticéis la situación. Ir al cole se tiene que vivir como algo positivo, así que, si el niño está bien, no es necesario darle 300 besos como despedida (porque entonces creerán que algo malo ocurre). Debemos procurar no llorar delante de ellos cuando nos despidamos y controlar nuestras emociones delante de ellos. 

2. Intentad poneros en su lugar. Si lloran, nunca hay que reñirles ni decirles: “mira ese niño qué mayor que no llora”. Hay que dejarles expresar sus sentimientos y ayudarles a que entiendan lo que ocurre. Por ejemplo:”A mi también me gustaría poder quedarme contigo, pero tengo que ir a trabajar; luego estaremos juntos y los dos nos sentiremos mejor”.

3. Tener presente que estas primeras semanas son duras para él y puede pasarlo mal un poco, experimentando incluso algún retroceso en la evolución de sus aprendizajes como hacerse pis si ya la controla bien, o pedirnos el chupete, o el biberón, despertares nocturnos... Todavía los niños no tienen claro los conceptos espacio-temporales y por tanto, no saben cuánto tardarán sus papás en ir a por ellos y si van o no a volver.... Por eso, es importante la actitud positiva de los padres, mostrando siempre una sonrisa cuando se les deja allí. 

 

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mar

08

jul

2014

Pautas para padres y madres con hij@s con TDAH

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del alumnado (CEAPA) ha editado la Guía de Niños y Niñas con TDAH, pautas para padres y madres. Esta guía ofrece información sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad así como orientaciones básicas para mejorar la convivencia en casa, subrayando la importancia de adoptar una actitud positiva, proporcionar una dinámica familiar organizada y estructurada y un ambiente cálido, favorecer el desarrollo individual del niño, promover su autoconfianza y autoestima y ayudarle a mejorar sus relaciones sociales y su capacidad de atención, entre otros aspectos. 
La guía también aborda el tema de la colaboración entre la familia y el centro escolar, así como proporciona información sobre asociaciones de TDAH repartidas por toda España. 
El documento se puede descargar en:
https://www.ceapa.es/c/document_library/get_file?uuid=efde7fff-8024-4106-b52c-1b0f0e06c551&groupId=10137 

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mié

28

may

2014

La hospitalización infantil

¿Cómo se siente un niño cuando le hospitalizan? 

La hospitalización infantil es una experiencia estresante que puede repercutir negativamente en el bienestar emocional del niño.

Se llama hospitalismo  al conjunto de manifestaciones físicas y psicológicas que presentan los niños menores de 18 años en situación de privación afectiva por separación de sus madres, capaces de provocar retardos psicoafectivos. 

Es por ello que en la actualidad, se atiende de manera psicoafectiva al niño hospitalizado tratando de dar una atención integral al paciente pediátrico, con el fin de prevenir las respuestas psicológicas negativas aplicando programas de preparación, proporcionando información y permitiendo la  compañía de los padres durante el proceso hospitalario (como modelado filmado, entrenamiento en estrategias de afrontamiento, juego, uso de literatura infantil, payasos....).

La hospitalización es una experiencia que produce en el niño alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales antes , durante y tras la estancia en el hospital. 

Las consecuencias emocionales más frecuentes son la ansiedad y el miedo a la muerte y a la enfermedad. El hecho de que la hospitalización sea un acontecimiento estresante no implica necesariamente que afecte de foram negativa al niño.  La mayoría de los niños no muestran reacciones extremas. Las respuestas más destacadas antes de la hospitalización son ansiedad, trastorno del sueño, temor a la pérdida de la imagen corporal....Durante la hospitalización: negación, depresión, ansiedad, hiperactividad, llanto, hipervigilancia, mutismo, asilamiento, dependencia, trastornos digestivos, temblores, irritabilidad, conductas regresivas, estrés general, desmayo....Y después: agresividad, retraimiento, falta de concentración, rechazo a comer, miedo, conductas de etapas anteriores....

Por lo tanto, la preparación psicológica a la hospitalización infantil es fundamental con el objetivo de aliviar el estado emocional del niño y de los padres también, tanto para una intervención quirúrgica, un ingreso por urgencias, como para los procedimientos médicos no quirúrgicos (inyecciones, extracciones de santre, retiradas de moldes, catéteres cardíacos....). 

La presencia de los padres durante la estancia hospitalaria del hijo es una práctica incuestionable. Padres cooperativos, tranquilos y que hayan recibido una educación al respecto es fundamental.

La psicología intenta aportar programas de preparación a la hospitalización que incluyen técnicas cognitivo-conductuales, junto con la intervención de la arteterapia o musicoterapia y las aulas hospitalarias.  

La implementación de la atención psicológica en la rutina hospitalaria es lenta y costosa, pero cada vez mayor. 

 

Verónica Díaz

Psicóloga infantil AyC

fuente FOCAD

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mié

14

may

2014

Reglas para evitar la obesidad infantil

El sobrepeso y obesidad infantil constituyen un problema en los países desarrollados con importantes implicaciones sociales, psicológicas y sanitarias. Entre las principales consecuencias de esto se destacan los casos precoces de diabetes tipo II, colesterol elevado, insatisfacción corporal, afectación de su autoestima, falta de éxito y popularidad, problemas para controlar la ingesta. Las causas de dicha obesidad pueden ser:
- el número de horas frente al televisor
- un número insuficiente de horas de sueño
- saltarse el desayuno
- falta de actividad física diaria
- comer solo y abusar de chucherías
- comer para aliviar el aburrimiento y malestar emocional
- una alimentación inadecuada y desequilibrada
 
La tarea fundamental es instaurar hábitos y costumbres que eviten los problemas de exceso de peso infantil. 
  1. El tiempo dedicado a locio sedentario de televisión, consolas o internet, no debe exceder, como máximo, de 2 horas diarias.
  2. Marcar una hora límite para irse a la cama y no esperar a acabar tal o cual programa de tele o de charlar con un amigo...etc. Esto permitirá la niño dormir al menos 10 horas diarias y levantarse con tiempo suficiente para desayunar.
  3. Realizar sistemáticamente un desayuno que aporte al menos entre el 10-15% de calorías consumidas a lo largo del día y que incluya lácteos, cereales y fruta.
  4. Limitar el consumo de chucherías a momentos particulares de la semana, como puede ser algún día después de clase o de alguna actividad extraescolar. No dar dinero a los niños para que compren diariamente las golosinas que deseen. 
  5. Procurar realizar alguna de las comidas principales en familia (comida o cena) en la que todos comen de todo lo que hay.
  6. No usar los alimentos o chuches para calmar el aburrimiento, el desasosifego o la inquietud de los niños. Facilitar una conducta alternativa. 
  7. Distribuir la alimentación del niño en 5 comidas diarias, en el que un tercio de las calorías consumidas sean frutas y verduras, otro tercio legumbres, arroz, cereales, pasta o pan y el tercio restante, carne, pescado, lácteos y aceite de oliva. 

Verónica Díaz

Psicóloga AYC

fuente FOCAD

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lun

12

may

2014

La conducta infantil: cómo describirla

Toda conducta o comportamiento que reciba un premio o una consecuencia agradable, tenderá a repetirse en el futuro, pero aquellas conductas que no sean reforzadas tenderán a desaparecer o extinguirse. 

A la hora de describir lo que el niño hace, lo que piensa o siente, deberemos tener en cuenta y anotar puntualmente:

- Cuántas veces al día, semana o en una hora ocurre esa conducta.

- Cuánto tiempo dura esa conducta, tarda en realizarla.

- Cúal es la intensidad de la conducta (cuánto llora, grita.....).

- Dónde ocurre la conducta: en casa, la calle, el colegio, en varios lugares....

- Cuándo ocurren o en qué momentos: a la hora de comer, al dormir, cuando hay gente nueva....

- Con quién o ante qué personas ocurre.

- Qué ocurre después: cómo respondemos nosotros y qué obtiene entonces el niño. 

Si observamos y registramos con cuidado la conducta o conductas de nuestro hijos, áquellas que queremos modificar, nos daremos cuenta poco a poco de que lo que el niño hace, piensa y siente no ocurre porque sí, ni porque haya nacido así. Depende de los antecedentes que rodean esa conducta y , sobre todo, de las consecuencias que esos comportamientos conllevan para el niño y para los demás. De este modo, encontraremos el sentido de ese comportamiento. 

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lun

21

abr

2014

Malos tratos hacia las personas mayores.

El fenómeno de los malos tratos hacia las personas mayores no es algo nuevo. Según la OMS es "la acción única o repetida, o la falta de respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de cualquier relación donde existe una expectativa de confianza. Puede ser: físico, psicológico o emocional, sexual, económico o material o negligencia". Puede tener lugar en diferentes ámbitos, siendo el más común, el familiar, pero también en el ámbito institucional y en la sociedad en general. Es preciso destacar que cualquier persona puede ser susceptible de ser víctima o responsable de los malos tratos, por lo que debemos ser muy prudentes a la hora de analizar las situaciones de vulnerabilidad de los mayores y no centrarnos solo en la familia o en el cuidador principal. 

Las causas que llevan a que se produzcan los malos tratos, se centran en enfatizar los diferentes factores de riesgo que influyen en la probabilidad de ocurrencia de los malos tratos: 

- factores individuales relacionados con la victima como la dependencia económica, estrés y burnout

- factores interpersonales: relación entre victima y responsable como mala relación, conflictos, convivencia...

- contexto social: aislamiento, edadismo

- contexto socioestructural: servicios no adecuados, pobreza...

Los factores de riesgo nos permiten estar alerta ante la probabilidad de ocurrencia de los malos tratos, su mera presencia no nos puede llevar a confirmar un caso. Además sirven para poner en marcha estrategias de prevención que ayuden a evitar la ocurrencia de la situación.

Una vez conocidos dichos factores es preciso realizar una evaluación pormenorizada y profunda, así como analizar la situación en la que se sospecha que se pueden estar produciendo malos tratos de la posible víctima, responsable y contexto. 

La posterior interveción ante una situación de malos tratos, una vez confirmado el caso, ofrece la posibilidad de eliminar o disminuir las graves consecuencias que conlleva a todos los niveles. Antes de esto hay que seguir 3 pasos previos: primero, conocer a la víctima y respetar su decisión, es decir, no forzarla a aceptarla sino ayudarle a comprender la importancia de la situación. Segundo, utilizar técnicas para tomar conciencia y aceptar la situación y persuadir al responsable para que también participe en el proceso de intervención.  Y en tercer lugar, valorar continuamente en el tiempo el riesgo y sufrimiento de la víctima.

 

GUÍA DEL PSICOLOGO 

Abril 2014

 

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mié

12

mar

2014

TALLER: LAS EMOCIONES Y LOS AFECTOS DESDE LA FECUNDACIÓN HASTA LA ETAPA ADULTA

Taller que realiza la Asociación Atlas en defensa de la adopción
Este taller se dirige a las familias adoptivas y pretende que los padres comprendan el mundo emocional de sus hijos que puedan acompañarles y ayudarles a lo largo de su ciclo vital.
TRÍPTICO LAS EMOCIONES Y LOS AFECTOS1.do
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mar

11

feb

2014

El "NO" también es una forma de educar

Muchos padres tienen miedo de usar el "no" con sus hijos porque piensan que le limitan la forma de explorar el mundo, pero es una idea errónea. Siempre se intentará hacer un balance de síes y noes que se usan a lo largo del dia para no pecar por exceso o defecto.

Cada vez que el niño quiera alcanzar, morder o jugar con un objeto inapropiado, hay que decirle que no sin alterarnos, muy despacio y mirándole a los ojos, si es necesario nos pondremos a su altura para que podamos cerciorarnos de que nos está atendiendo. 

Además, hay que usar frases muy sencillas del tipo «no, las llaves a la boca, no», y acompañarlas de gestos que puedan entender.

Esta fórmula, a primera vista muy sencilla, es suficiente. Pero habrá que repetirla las veces que sea necesario. Porque, después de todo, lo que estamos haciendo es educarle. Y eso requiere observarle continua y constantemente.

 

PONER LÍMITES ES FUNDAMENTAL

  1. Conseguir que obedezcan al «no» debería ser una de las prioridades de los padres cuando sus hijos llegan al año.
  2. Los límites son imprescindibles para que el niño se sienta seguro y tranquilo. Con ellos sabrá qué puede hacer y qué no.
  3. Las normas le hacen estar seguro y ganar autonomía poco a poco. 

 

ES PRIMORDIAL TENER LOS MISMOS CRITERIOS EDUCATIVOS

Una de las tareas más difíciles es mantener los mismos criterios. O, dicho de otro modo, que todos los que cuidamos al niño digamos «no» a las mismas cosas. Es fundamental ponerse de acuerdo (padres, abuelos y cuidadoras) para que los niños puedan asimilar límites (no coger, morder, tocar determinadas cosas), las rutinas (la hora de las comidas, el baño, la cama) y las normas (no salir a la calle sin abrigo, ver la tele solo media hora, pintar únicamente en folios).De lo contrario, el niño se sentirá desorientado y... ¡enfadado!

Igual de importante es no contradecirse uno mismo. Mantener sus rutinas es fundamental para que empiece a asimilar las normas. Y aunque al principio cueste, poco a poco veremos que el trabajo ha merecido la pena.

 

MEJOR UN PREMIO QUE UN CASTIGO

La idea es felicitarle cuando cumple las normas. Eso no significa que no haya que corregirle.

Debemos hacerlo de forma calmada pero firme, sin dudar. Así, si Juan coge el muñeco preferido de su hermano y lo tira al suelo una y otra vez, a la tercera vez se lo quitaremos de las manos y le explicaremos de nuevo que eso no se hace.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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mar

29

oct

2013

No quiero tener más hijos. El hijo único

 

Muchos son los tópicos que pesan sobre la idea de tener un hijo único: será un mimado, mandón, consentido, etc. Pero en realidad la experiencia del hijo único tiene sus riesgos y sus ventajas, y su evolución, como la de cualquier otro niño, depende de la educación que le demos nosotros, los padres. Y son los padres los que debemos vigilar el no exagerar algunos comportamientos o algunas reacciones para evitar esas actitudes tópicas que, erróneamente, se han asociado al hijo único. El riesgo más común es que esa atención exclusiva que podemos prestarle a nuestro hijo se transforme en una actitud sobreprotectora. Hay muchas maneras de evitarloEl ritmo de la vida moderna, el gasto que supone la manutención de cada hijo o la decisión de muchas parejas de retrasar el momento de tener hijos, están provocando un aumento de lo que podríamos llamar la "moda del hijo único". Actualmente, entre el 20 y el 30% de las familias tienen un sólo hijo.

El principal riesgo que tienen los padres de un hijo único es caer en el exceso de atención. Pero ¡cuidado!. No estamos hablando de ese tipo de atención que proporciona al niño seguridad, estabilidad, confianza en sí mismo, autoestima y capacidad para desarrollarse correctamente. Estamos hablando de ese exceso de atención que va ligada al miedo por parte de los padres a que a su hijo le suceda algo malo, de esa atención que puede transformase rápidamente en una actitud sobreprotectora.

 

A continuación te señalamos algunas situaciones en las que debes poner atención y algunos comportamientos que deberías evitar y/o vigilar y sus posibles alternativas.

 

 

  • Demasiada atención puede desencadenar en una preocupación excesiva y en un miedo exagerado a que al niño le pase algo. Debemos aprender a controlar el exceso de temor ya que podríamos transmitir ese miedo a nuestro hijo y no dejarle disfrutar de algunas actividades que podría vivir muy satisfactoriamente: irse de campamentos, practicar deportes de aventura, etc. Ante este temor, intenta pensar en cosas positivas y delante de tu hijo evita repetir frases como "ve con cuidado", "vigila no te hagas daño", "no, que es peligroso". 
  • La posibilidad de que el niño sea engreído, egocéntrico o consentido depende, en gran parte, de cómo nos dirijamos a él y cómo alabemos sus éxitos. Intentaremos no valorarlo de forma indiscriminada o gratuita, evitando frases como "eres el mejor", "eres el más guapo" "eres el más inteligente", sustituyéndolas por frases más realistas como: "¡Muy bien! Me ha gustado mucho el gol que has metido", "te felicito por la nota que has sacado en el examen de matemáticas" o "tienes unos ojos preciosos".
  • Al no vivir en la casa con otros niños de su edad, es muy posible que madure antes y desarrolle antes las habilidades adultas. Esto puede ser muy positivo, pero no debemos olvidar que se trata de un niño y que necesita compartir tiempo y espacio con otros niños de su edad. Para facilitarle el contacto con otros niños, podemos llevarle a la guardería cuanto antes, permitir que vaya a casa de sus amigos o que ellos vengan a nuestra casa a jugar, apuntarlo a excursiones, campamentos, deportes de equipo, etc.

¿Qué podemos hacer para no caer en estos errores?

  • Hablemos con otros padres que tengan hijos de la edad del nuestro. Así podremos contrastar y saber si le estamos exigiendo demasiado, o por el contrario, ya tiene edad suficiente para hacer más cosas.
  • A medida que crezca, démosle más responsabilidades: ordenar su habitación, despertarse por las mañanas, poner la mesa, etc.
  • No le demos siempre todo lo que nos pida, aunque tengamos los recursos suficientes para satisfacer sus deseos.
  • Intentemos que nuestro hijo aprenda a esforzarse si quiere obtener alguna cosa
  • No transmitamos al niño nuestro temor o preocupación por lo que le pueda ocurrir. 
  • No permitamos que nuestro hijo (por muy maduro que sea) intervenga en la toma de decisiones que pertenecen exclusivamente a los adultos. Podemos invitarle a que participe, pero nunca que decida él según lo que le apetezca sólo a él.
  • Es importante que el niño se relacione con niños de su misma edad.
  • No sobreprotejamos a nuestro hijo cuando tenga conflictos con otros niños. Debemos animarle a que encuentre soluciones y resuelva él sólo sus desavenencias.
  • Fomentemos, desde pequeño, la separación gradual entre padres e hijo, llevándolo pronto a la guardería, favoreciendo que se quede a dormir en casa de un amigo, etc.

Documentos de la Escuela de Padres de AYC

Verónica Díaz 

Psicóloga infantil 

 

 

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mié

23

oct

2013

Pasos para enfrentarse a una crítica de forma eficaz

Por lo general, nadie recibe una crítica con agrado. En la mayoría de los casos nos ponemos a la defensiva e intentamos por todos los medios rebatir lo que nos están diciendo, con lo que se producen resquemores y tensiones.  En otras ocasiones, aguantamos las acusaciones sin ser capaces de argumentar nada y ya en casa le damos vueltas y más vueltas con el consabido “le tenía que haber dicho…”

Para que esto no suceda podemos utilizar unas técnicas sencillas, pero que es preciso practicar con cierta constancia.

1.       En primer lugar escucharemos todo lo que tengan que decirnos intentando ponernos en el lugar del otro, intentando comprender lo que nos dicen y por qué nos lo dicen. Podemos incluso preguntar cuando no entendemos algún dato. Eso no quiere decir que tengamos que cambiar nuestros criterios ni aceptar humillaciones.

2.       Entonces pasaremos a buscar puntos de coincidencia con la crítica. No se trata de doblegarse al criterio ajeno, sino más bien de encontrar en aquello que nos critican, aunque sólo sea una pizca de verdad. Si hemos escuchado los argumentos del contrario y hemos intentado comprenderlos nos daremos cuenta que es posible estar globalmente en desacuerdo con una crítica y a la vez parcialmente de acuerdo con ella.

3.       Ahora ha llegado el momento de expresar nuestra opinión. Defenderemos nuestra postura con la máxima objetividad posible, centrándonos en los hechos, sin descalificar y con un lenguaje claro. Podemos admitir la posibilidad de habernos equivocado pero exponiendo nuestro punto de vista (“Reconozco que en este aspecto me he equivocado, aunque…”, “ no sé que opinarás tú pero yo creo que…”).

Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, incluidos nosotros mismos. Equivocarse en ocasiones no nos convierte en seres sin valor. Una persona psicológicamente sana es aquella que ante las cosas negativas intenta modificar los aspectos que pueden cambiarse y acepta sin frustración  los que son inamovibles.

No es fácil aceptar una crítica por pequeña que sea, ni mucho menos mantener un tono de voz tranquilo y una actitud receptiva hacia lo que nos dice nuestro interlocutor, manteniendo firme nuestro criterio si lo consideramos pertinente. Pero tampoco es imposible, así que es mejor empezar a practicar porque  es seguro que no nos van a faltar oportunidades para llevarlo a cabo.

Lidia Pérez

Psicóloga clínica de AyC 

 

 

 

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mar

08

oct

2013

Aprender a tolerar la frustración

Con la mejor de nuestras intenciones los padres tendemos a complacer a nuestros hijos pequeños en la mayoría de sus peticiones. Suelen ser cosas que pensamos no tienen excesiva importancia y que aparentemente facilitan una convivencia más tranquila, libre de lloros y rabietas.

Sin embargo, acceder a todas sus peticiones va a tener una gran importancia en su desarrollo. Debemos tener en cuenta que si siempre hacemos lo que el niño quiere estaremos fomentando que en el futuro sea una persona intolerante.

Decirles “no” es imprescindible para que aprendan a manejar sus emociones. La frustración debe formar parte del aprendizaje general del niño. Además, dado que  las demandas del pequeño irán aumentando con la edad, podría llegar un momento en que, aunque quisiéramos, nos resultaría imposible complacerlo.

Es entonces cuando puede llegar a ser agresivo, dado que no ha aprendido a manejar sus emociones y no conoce otra forma de lograr sus objetivos. Nunca ha tenido que esforzarse para conseguir algo.

Resulta por tanto imprescindible un cierto “entrenamiento” en la frustración porque para desenvolverse adecuadamente como adulto es necesario aceptar las renuncias. Somos los padres los que debemos acostumbrarles  a ello poco a poco.

¿Cómo podemos ayudarles a manejar la frustración?:

·         Debemos tener claro que aunque sea duro negarle sus deseos le estamos enseñando a esforzarse y a ser tolerante ante situaciones que no se resuelven como le gustaría.

·         Hay que estar serenos y aguantar la rabieta con una actitud tranquila, sin gritar ni amenazar. Es mejor dejar los razonamientos para otro momento en el que todos estemos más calmados.

·         Tenemos que ignorar el berrinche y tener la paciencia suficiente para aguantar el enfado, la posterior pataleta y el tiempo que le cuesta al niño asumir su frustración al no conseguir lo que desea.

·         En ocasiones es conveniente demorar unos minutos la consecución de su petición, así irá aprendiendo a esperar para conseguir algo que desea.

·         Es esencial que los dos padres se muestren de acuerdo delante del niño a la hora de negarle algo. Si se muestran inseguros o se contradicen, el niño intensificará la rabieta e insistirá en su intento de convencer a uno de los dos.

·         Debemos ser coherentes con lo que pedimos. Ellos aprenden de nosotros así que si hemos tenido un mal día en el trabajo o ha surgido algún contratiempo no debemos reaccionar montando escenas o de forma rabiosa.

·         Cuando el niño ha recibido una negativa puede intensificar el volumen de sus peticiones o incluso buscará público, haciéndonos sentir observados  por los demás. Hay que mantener la calma. Si tienen trato con niños, ya tienen una idea de lo que está pasando.

 

No nos vamos a convertir por ello en tiranos que se niegan sistemáticamente a todo, no somos malos padres por no decir “sí” a todo y no va a quedar marcado de por vida por ello. Hay que tener presente que nuestro objetivo es que aprenda a esforzarse y a ser tolerante ante un  “no”. Intentamos fortalecer el desarrollo como persona de nuestro hijo, lo que le ayudará a no bloquearse y a manejar sus emociones correctamente en sus relaciones sociales, en sus estudios y en su trayectoria profesional.

 

Lidia Pérez

Psicóloga de AyC

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jue

26

sep

2013

FORMAS DE MEJORAR LA AUTOESTIMA

 

La autoestima puede ser cambiada y mejorada. Podemos hacer varias cosas para mejorar nuestra autoestima:

 

1. Convierte lo negativo en positivo:

Nunca pierdas las ganas de pensar en positivo, invierte todo lo que parezca mal o que no tiene solución:

Pensamientos negativos

"No hables"
"¡No puedo hacer nada!"
"No esperes demasiado"
"No soy suficientemente bueno"

Pensamientos alternativos

"Tengo cosas importantes que decir"
"Tengo éxito cuando me lo propongo"
"Haré realidad mis sueños"
"¡Soy bueno!"

2. No generalizar

Como ya hemos dicho, no generalizar a partir de las experiencias negativas que podamos tener en ciertos ámbitos de nuestra vida. Debemos aceptar que podemos haber tenido fallos en ciertos aspectos; pero esto no quiere decir que en general y en todos los aspectos de nuestra vida seamos “desastrosos”.

3. Centrarnos en lo positivo

En conexión con lo anterior, debemos acostumbrarnos a observar las características buenas que tenemos. Todos tenemos algo bueno de lo cual podemos sentirnos orgullosos; debemos apreciarlo y tenerlo en cuenta cuando nos evaluemos a nosotros mismos.

4. Hacernos conscientes de los logros o éxitos

Una forma de mejorar nuestra imagen relacionada con ese “observar lo bueno” consiste en hacernos conscientes de los logros o éxitos que tuvimos en el pasado e intentar tener nuevos éxitos en el futuro. Pida a los alumnos/as que piensen en el mayor éxito que han tenido durante el pasado año. Dígales que todos debemos reconocer en nosotros la capacidad de hacer cosas bien en determinados ámbitos de nuestra vida y que debemos esforzarnos por lograr los éxitos que deseamos para el futuro.

5. No compararse

Todas las personas somos diferentes; todos tenemos cualidades positivas y negativas. Aunque nos veamos “peores” que otros en algunas cuestiones, seguramente seremos “mejores” en otras; por tanto, no tiene sentido que nos comparemos ni que, nos sintamos “inferiores” a otras personas.

6. Confiar en nosotros mismos

Confiar en nosotros mismos, en nuestras capacidades y en nuestras opiniones. Actuar siempre de acuerdo a lo que pensamos y sentimos, sin preocuparse excesivamente por la aprobación de los demás.

7. Aceptarnos a nosotros mismos

Es fundamental que siempre nos aceptemos. Debemos aceptar que, con nuestras cualidades y defectos, somos, ante todo, personas importantes y valiosas.

8. Esforzarnos para mejorar

Una buena forma de mejorar la autoestima es tratar de superarnos en aquellos aspectos de nosotros mismos con los que no estemos satisfechos, cambiar esos aspectos que deseamos mejorar. Para ello es útil que identifiquemos qué es lo que nos gustaría cambiar de nosotros mismos o qué nos gustaría lograr, luego debemos establecer metas a conseguir y esforzarnos por llevar a cabo esos cambios.

 

 

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lun

23

sep

2013

Primer Encuentro: Asociación ATLAS en Defensa de la Adopción y el Grupo de Investigación

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lun

22

abr

2013

Importante: ADOPCIONES

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Desde el Departamento de Psicología de la Universidad de A Coruña y el Centro ALEN de atención a familias adoptivas y/o acogedoras, varios profesores y profesionales de la adopción hemos unido nuestros esfuerzos con la intención de aumentar el conocimiento sobre las necesidades y propuestas de intervención idóneas para las familias y niños/as que atendemos.

Dentro de este proceso de aprendizaje hemos centrado nuestra atención en la incidencia de diagnósticos de TDAH, al detectar y escuchar de las familias la preocupación que les genera la presencia de síntomas y la propuesta de abordaje que se hace de los mismos.

Nos llama la atención y preocupa especialmente, el proceso diagnóstico que precede a la propuesta de tratamiento, que en la mayor parte de los casos no sigue las indicaciones que los colectivos médicos dictan, y por otro lado, nos preocupa también la ausencia de seguimientos que puedan informar de los efectos y eficacia de los tratamientos propuestos, en especial, la medicación.

Es por esto por lo que hemos generado una investigación que pretende agrupar datos referidos a la presencia de síntomas, procesos diagnósticos y efectividad de los tratamientos, entre las familias adoptivas.

 Es aquí en donde solicitamos su colaboración, haciéndoles llegar el vínculo de la dirección web en la que se aloja la encuesta, al objeto de que valoren la pertinencia de colaborar en la investigación, exponiéndolo e invitando a su cumplimentación  en su página web a las familias adoptivas relacionadas con su entidad.

Se trata de una encuesta que ha de ser respondida por la familia, en soporte electrónico, con una duración aproximada de treinta minutos y siempre de forma anónima.

El tratamiento de los datos, garantiza la confidencialidad de los participantes en la investigación y los resultados serán publicados y expuestos para que puedan ser conocidos por profesionales, familias e investigadores en el ámbito de la adopción y el acogimiento.

En todo caso, y si están interesados en ello, su colaboración quedará reflejada en toda publicación o exposición de los resultados.

Cualquier duda o aclaración necesaria, puede realizarla directamente a través de las direcciones de contacto que se indican a continuación.

Sin ningún otro particular agradeciéndole de antemano su atención.

 Se despiden atentamente:

 

Rosa Fernández (Profesora Titular del Departamento de Psicología de la UDC)

Eduardo Barca (Psicólogo psicoterapeuta Centro Alén)

María Elena Rodríguez Borrajo (Directora Psicóloga Centro Alén)

  

Vínculo de la encuesta:

 http://blog.adopcionyescuela.es/

 

Direcciones de contacto:

 

Rosa Fernández rossa@udc.es

Elena Rodríguez Borrajo centroalen@centroalen.org

 

 

 

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mar

09

abr

2013

¿CÓMO ADAPTARNOS A LAS PÉRDIDAS DE SERES QUERIDOS?

 

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Cada acontecimiento de nuestra vida nos supone la realización de ajustes para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Estos acontecimientos desorganizan nuestra vida tanto si son negativos – la muerte de un ser querido-,  como si son positivos – la obtención de un nuevo empleo -.

De cualquier forma nos obligan a detenernos y tener que dejar atrás modos habituales de actuar para sustituirlos por nuevas estrategias que nos sirvan para manejar las nuevas situaciones a las que nos tenemos que enfrentar. Esto también nos lleva a realizar modificaciones de nuestra visión del mundo y nuestro funcionamiento dentro de él.

Algo que nos ayuda a poder adaptarnos a los cambios es que éstos sean graduales, que tengamos tiempo para anticiparlos y que los podamos asumir. Es por esto que las pérdidas rápidas, imprevistas y que superan nuestra capacidad de asimilación tanto por intensidad como por su magnitud se convierten para nosotros en obstáculos casi imposibles de salvar y dificultan muchísimo nuestro proceso de duelo.

Pero… ¿Reaccionamos todos igual?, ¿Hay algo dentro de nosotros que influye en cómo nos enfrentamos a estas pérdidas?

Indudablemente el contexto, las circunstancias de la pérdida y el apoyo social van a tener un papel importante, pero… hay muchas personas, más de las que nos pensamos, que son capaces de adaptarse a las experiencias de pérdida, sin que se vea tan afectada su vida cotidiana. Son las llamadas personas resilientes.

El concepto de resiliencia hace referencia a: “la capacidad de un individuo o de una familia para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, a situaciones potencialmente traumáticas y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos”.

La resiliencia no es una característica absoluta ni se adquiere para siempre. Es una capacidad que resulta de la interacción de la persona con su entorno.

 

¿Qué factores promueven la resiliencia?

-       La seguridad en uno mismo y en la propia capacidad de afrontamiento.

-       El apoyo social.

-       Tener un propósito significativo en la vida.

-       Creer que uno puede influir en lo que le sucede a su alrededor.

-       Creer que se puede aprender de las experiencias positivas y también de las negativas.

La investigación ha demostrado que las personas resilientes conciben y afrontan la vida de un modo más optimista, entusiasta y enérgico; son personas curiosas y abiertas a nueva experiencias, caracterizadas por altos niveles de emocionalidad positiva (Block y Kremen, 1996).

Se ha encontrado que las personas resilientes hacen frente a experiencias traumáticas utilizando el humor, la exploración creativa y el pensamiento optimista (Fredrickson et al, 2003).

Somos protagonistas activos de los procesos de elaboración de nuestras pérdidas. Es en las circunstancias adversas donde encontramos nuestra fortaleza interior y desarrollamos recursos de afrontamiento para afrontar la pérdida. Con ánimo optimista quiero terminar este post diciendo que somos mucho más fuertes y resistentes de lo que nos pensamos y sólo el hecho de creerlo ya es un punto de partida en nuestro camino de superación del duelo.

¿Qué os parece, os consideráis una persona resiliente? ¿Habéis conseguido salir fortalecidos tras sufrir una pérdida significativa? Os animamos a que expliquéis si os apetece vuestra experiencia con todos/as nosotros/as y a compartir este artículo con otras personas a las que pueda interesar.

 

En relación a este tema, quizás también os guste leer el anterior artículo: “Pérdidas y ganancias a lo largo de la vida”

 

FUENTES:

La experiencia traumática desde la psicología positiva: Resilencia y crecimiento post-traumático.

Beatriz Vera Poseck, Begoña Carbelo Baquero y Mª Luisa Vecina Jimenez.

Papeles del Psicólogo 2006. Vol.27 (1). Págs-40-49

 Resiliencia individual, familiar y social.

2007. Roberto Pereira.

Acompañamiento en el duelo y medicina paliativa. (2007)

Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos – Fundación Paliativos sin Fronteras.

Wilson Astudillo, Magdalena Pérez, Ángel Ispizna, Ana Orbeguzo.

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DIPTICO TEATRO DE HABILIDADES SOCIALES DE LA ASOCIACION ATLAS
146-diptico-teatro-habilidades-sociales.
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