La ansiedad se caracteriza a nivel cognitivo por un sentimiento de tensión caracterizado por miedo, preocupación....a nivel fisiológico por una elevada activación que da lugar a alteraciones del ritmo respiratorio, taquicardia....y por la aparición de respuestas motoras como temblores y comportamientos más complejos como un consumo excesivo de comida y bebida o la propia evitación de la situación ansiógena.
Aunque existen una gran variedad de situaciones que pueden ser potencialmente ansiógenas hay que destacar que las situaciones de evaluación tienden a generar reacciones de ansiedad en un porcentaje más elevado , siendo la situación de examen una de las más estudiadas debido a la gran cantidad de reacciones de ansiedad que genera.
Una de las líneas de investigación se han centrado en el estudio detallado para conocer qué elementos influyen de forma más negativa en el rendimiento. La preocupación sobre la propia actuación y los pensamientos centrados en la comparación social, con el resto de sus compañeros afectan debilitando el componente cognitivo.
Otro aspecto estudiado ha sido el efecto de los hábitos de estudio sobre la ansiedad ante los exámenes y sobre el rendimiento. Según este estudio, los sujetos que presentan un alto nivel de ansiedad tienen unos hábitos de estudio inadecuados y por lo tanto, una mala preparación lo que reduce su rendimiento en el mismo. La planificación del tiempo, las estrategias de estudio y el número de horas de estudio están relacionadas con el rendimiento en los exámenes pero no con los niveles de ansiedad que presenta el individuo.
Ante la existencia de ansiedad claramente ante una situación de examen, las técnicas psicológicas de intervención más empleadas van desde las más claramente cognitivas, como la reestructuración cognitiva o las autoinstrucciones, hasta otras más centradas en aspectos fisiológicos, como la relajación o la desensibilización sistemática.
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