EJEMPLOS DE HÁBITOS DE CRIANZA QUE DEBERÍAN MEJORARSE PARA REDUCIR O PREVENIR LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA DE LOS NIÑOS

A través de la terapia de modificación de conducta, se debe intentar intervenir con los padres para cambiar el comportamiento de los niños, para que las lleven a cabo en casa, desarrollando muchas habilidades específicas en los padres.

En primer lugar, el USO DEL CASTIGO SE DEBE REDUCIR, proporcionar a los padres de técnicas alternativas que les ayuden a manejar el comportamiento de sus hijos. Aprender nuevas herramientas con las que puedan obtener resultados diferentes. Empezar modificando un comportamiento del niño que no sea muy grave. El objetivo inicial es cambiar el comportamiento de los padres, la clave está en desarrollar la capacidad de los padres para centrarse en comportamientos positivos opuestos, es decir prosociales o adaptativos, en lugar de las conductas que desean eliminar en su hijo.

En segundo lugar, demostrar y ENSEÑAR A LOS HIJOS CÓMO HACERLO, desarrollando comportamientos GRADUALMENTE. No esperar cambios instantáneos. A través de  aproximaciones sucesivas podemos lograr estos objetivos modelando, alentando la práctica repetida, usando el refuerzo, de forma sucesiva y no la crítica continua. Los padres no modelan el comportamiento de forma natural, porque creen que es suficiente con que el niño entienda como debe hacer algo, o que como ha hecho algo una vez debe saber cómo hacerlo siempre. No es posible así establecer un cambio de conducta para desarrollar hábitos estables y mejorar los problemas de conducta.

Y en tercer lugar, el comportamiento que el padre desea que haga su hijo no ocurre o se da con una frecuencia baja. La PRACTICA REPETIDA utilizando SIMULACIONES EN CONDICIONES MUY TRANQUILAS ,donde el niño puede practicar ese comportamiento debe ser el objetivo. Un ejemplo es cuando un niño tiene rabietas muy explosivas, estos berriches suelen darse cuando alguien le dice que no a algo, suele gritar, golpear, romper…Diseñar el juego de “la rabieta” en el que los padres y el niño actúan (role-playing). La rabieta se practica bajo condiciones simuladas. El niño practica una buena rabieta. La meta es lograr una práctica repetida. A medida que la práctica continua, se pueden formar rabietas más tranquilas y más propias dentro del juego simulado. El resultado es que vemos cómo las rabietas fuera de este juego empiezan a cambiar y los padres pueden reforzar y modelar. Las rabietas dejan de ser tan explosivas.

 

 

VERONICA DIAZ M-15998

 

Psicóloga experta en modificación de conducta de AyC

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